Supuesto retrato de Juan II de Portugal tomado de la Wikipedia.

Por qué rechazó Portugal el proyecto colombino.

Introducción

En este apartado comprenderemos que Juan II de Portugal tuvo muy buenas razones para rechazar la idea colombina de alcanzar el «Oriente navegando hacia el Occidente». 

Si no deseas una lectura completa, te ofrezco que saltes directamente al apartado de Imagen o idea a recordar donde resumo los datos fundamentes para comprender el no portugués y que son una introducción suficiente para los que se inician en la Historia de la América hispánica.

Breve bosquejo de la situación de Portugal en la época de Colón

Juan II de Portugal reinó durante un periodo de transformación y expansión en Portugal. Durante su reinado, Portugal continuó su búsqueda de rutas comerciales y territorios ultramarinos, compitiendo con otras potencias europeas por el control del comercio marítimo y la exploración de nuevas tierras.

Juan II fue conocido por su enfoque en la centralización del poder real y la consolidación del estado portugués. Implementó reformas administrativas y judiciales para fortalecer el gobierno central y reducir el poder de la nobleza. Además, durante su reinado se tomaron medidas para combatir la corrupción y mejorar la eficiencia del gobierno.

La expansión marítima de Portugal continuó bajo el reinado de Juan II. Se promovieron expediciones para explorar la costa africana y buscar nuevas rutas comerciales hacia el este. Durante este período, se establecieron varios puertos y puestos comerciales, «feitorías», en África y se intensificaron los esfuerzos para encontrar una ruta marítima hacia la India. Juan II consolidó la expansión en Azores.

Durante el reinado de Juan II, las relaciones entre Portugal y Castilla fueron en su mayoría marcadas por la competencia y la rivalidad. Ambos reinos estaban interesados en expandir sus territorios y su influencia en el Atlántico y en las rutas comerciales hacia el oeste. La competencia por el control de las islas Canarias y la búsqueda de una ruta marítima hacia Asia fueron temas de disputa entre Portugal y Castilla durante este período.

El mapa de  Paolo del Pozzo Toscanelli

¿Quién fue Toscanelli?

Empecemos por enlazar a la página de personajes en la que expone una biografía de este sabio florentino.

En ella se nos cuenta como Toscanelli era un prestigioso intelectual florentino que dominaba amplias ramas del saber de la época como la medicina, las matemáticas, la astronomía, la astrología y la geografía. Un ejemplo de su influencia se pone de manifiesto en el hecho de sus cálculos matemáticos fueron la base teórica que permitió al arquitecto Brunelleschi en la construcción del reloj de sol de la catedral de Florencia. Toscanelli es una figura emblemática del periodo a corta distancia del genio que fue Leonardo Da Vinci. Su predicamento entre sus contemporáneos fue inmenso. Lamentablemente se han perdido la casi totalidad de sus obras.

Su interés por la geografía se nutrió del estudio de los escritos de Marco Polo y del también italiano Nicolás de Conti, gran viajero que conoció la India y el sudeste asiático.

¿Y lo del mapa?

Aquí entra otro personaje importante:

¿Quién fue Fernando Martins?

Si enlazamos con la página de «Personajes» podremos leer todo los que la Wikipedia nos cuenta de este clérigo, aquí resaltaremos que se trató de un importante eclesiástico portugués que alcanzó la púrpura cardenalicia, que en su peripecia vital residió en Roma, que el rey Alfonso V, de Portugal, le solicitó consejo e información sobre un posible viaje a la India navegando hacia el Oeste. Aquí  se puede intuir que entre los temas y preocupaciones del momento en Europa, ese viaje hacia el Occidente para arribar al Oriente ocupaba uno de los primeros puestos.

Martins, a su vez, trasladó la cuestión a Toscanelli a quien conoció porque ambos tenían un amigo común, nada menos que Nicolás de Cusa, el padre la filosofía alemana.

Toscanelli le respondió con una carta, fechada a 25 de junio de 1474. En ella Toscanelli detalla su idea de cómo alcanzar la India, además de incluir un mapa, el famoso «Mapa de Toscanelli»

¿Pero cómo conoció Colón esta carta de Toscanelli?

Aquí entramos en un terreno especulativo. Se supone que Colón y Martins entablaron algún tipo de correspondencia entre los años 1479-1480, todo esto según testimonio de Hernando Colón (hijo) y Bartolomé de las Casas, sin que estos testimonios puedan  considerase absolutamente incontrovertibles.

Lo que si es seguro es que Colón copió el texto de la carta de Toscanelli en un folio en blanco de un libro que se conserva hoy día en la Biblioteca Colombina.

Sin embargo, el famoso mapa, incluye un grave error.

Siendo Toscanelli toda una potencia intelectual, diremos, que «hasta en el Sol hay manchas». 

La mancha de Toscanelli fue aceptar como válida la circunferencia de Ptolomeo, el grado de Ptolomeo, y descartar o desconocer las mediciones asombrosamente exactas de Eratóstenes.

Con los cálculos Ptolomaicos, navegar desde las costas atlánticas hasta Cipango, era perfectamente posible. Todo lo contrario con la medición de Eratóstenes. Era imposible con los medios de la época organizar una expedición que no terminara en hambre, sed y muerte. Entre ambas mediciones (Ptolomeo y Eratóstenes) era de 10.000 kms. Dicho de otra manera: La exacta medición de Eratóstenes añadía 10.000 km a la defectuosa medición de Ptolomeo.

Naturalmente Colón se aferró al mapa de Toscanelli para presentar su proyecto a Juan II. 

Desgraciadamente para Colón, los sabios portugueses tenían otra opinión.

Los sabios portugueses.

Año 1484

Como ya dijimos, con esa carta Colón elaboró un proyecto que presento a Juan II de Portugal. Año 1484.  En él «Solicitó el equipamiento de tres carabelas con vituallas y mercaderías para comerciar, ser nombrado caballero, almirante y gobernador de los territorios descubiertos, adjudicarse un diez por ciento de las ganancias obtenidas en las nuevas tierras y participar con un octavo en cada barco que comerciase con los países hallados».
Juan II sometió la propuesta un grupo de entendidos* que la rechazaron por insuficiente y fantasiosa. Dijeron de Colón que era un «falador«, es decir un charlatán, un bocazas, que «hablaba mucho y sabía poco»
Sin embargo y por exponer todos aspectos de este tema, debe señalarse que en el no portugués, influyó decisivamente el hecho de que Portugal tenía ya establecida su propia ruta que consistía en llegar a la India bordeando África como hemos indicado en la solución portuguesa.
Añádase a esto, que para los portugueses navegar por África implicaba evitarse conflictos con Castilla, como se verá en su momento.
*Entre los sabios portugueses que habitualmente se señalan como los responsables del no a Colón se citan estos tres: Rui Faleiro, Pedro Nunes y Martín Behaim. Honestamente no he podido confirmar de manera indubitada que fueran estos y no por ejemplo los de la Junta dos Mathematicos. Juan Eslava Galán en su entretenido libro «El Enigma de Colón y los Descubrimientos de América», concluye que los sabios portugueses fueron: Digo Ortiz de Villegas, Obispo de Ceuta (entonces portuguesa), Josepho Vicinho y el maestre Rodrigo.
Lo dejo pues a la investigación de mis excelentes lectores.

Pero Juan II se quedó con la copla

Utilizo este término coloquial para exponer cómo el astuto e inteligente rey portugués no dejo caer en el olvido la idea colombina de «alcanzar el Oriente navegando hacia el Occidente». De estar el «falador» genovés en lo cierto, las ventajas de todo tipo eran incalculables.

Los escogidos para confirmar o desmentir fueron los capitanes Fernao Dulmo de Terceira y Juan Alfonso de Estreito, que corrieron con los gastos del proyecto.

Proyecto secreto, por cierto.

Partieron de Açores y siendo los vientos de la zona, tan desfavorables, de hecho siempre soplaban en dirección contraria, la empresa fracasó y Juan II olvidó por completo el asunto.

Imagen o idea a recordar

En esta sección haremos un resumen o compendio de todo lo anterior:

Juan II de Portugal, muy interesado en todo lo concerniente a la navegación, solicita al canónigo portugués, pero residente en Roma, Fernando Martins que se ponga en contacto con Paolo del Pozzo Toscanelli, (una eminencia a la altura de Leonardo da Vinci) para que éste le informe de diversos aspectos cartográficos. Toscanelli, al cumplir con tal encomienda, llega incluso a dibujar un mapa, el famoso mapa de Toscanelli, en el que situa Asia a una distancia perfectamente navegable con los medios de la época. La Carta de Toscanelli lleva fecha de 25 de junio de 1474.

Colón conoce la existencia de este mapa que tan bien se adaptaba a sus intereses y presenta un proyecto a Juan II para «llegar al Oriente, navegando hacia Occidente». Lo hace en el año 1484

Juan II, consulta y pide consejo a entendidos que encuentran un error garrafal en el mapa de Toscanelli, y es que mide mal la circunferencia de la Tierra, le otorga 10.000 kms menos de los estimados por Eratóstenes y lógicamente desestiman el proyecto llamando a Colón el «falador», el bocazas, el charlatán «que habla mucho y sabe poco» y califican su proyecto de «fantasioso e irrealizable»